domingo, 15 de enero de 2017

ABUSOS SEXUALES: LA IGLESIA EN GIPUZKOA LOS AFRONTA CON TRANSPARENCIA Y CERCANÍA A LAS VÍCTIMAS




RUEDA  DE PRENSA. EL OBISPO INFORMA DE LOS CASOS





MISA DE DESAGRAVIO EN LA CATEDRAL

HOMILÍA DE MONS. MUNILLA











La  Iglesia  en Gipuzkoa afronta con transparencia, dolor, espíritu de reparación  y cercanía a las  víctimas tres  casos  de abusos  sexuales  a menores cometidos  por un sacerdote en  los  años 1994, 2001 y 2005.

El martes  10 de enero, la  Delegación de MCS  de la Diócesis  distribuía una nota  de prensa anunciando la  noticia  de  los  abusos   y las  medidas canónica   adoptadas  por el Obispado según la legislación vigente. Señalaba cómo desde el primer instante de comprobar la veracidad de als acusaciones Mons. Munilla Viajó a Roma  para informar sobre los  hechos al Dicasterio  correspondiente de la Santa  Sede.
El comunicado  informaba  con detalle de los hechos hasta  ese  momento denunciados y que  correspondían a los años 2001 y 2005:

COMUNICADO DE LA DIÓCESIS DE SAN SEBASTIAN
En referencia al Rev. Juan Cruz Mendizábal Irízar, sacerdote incardinado en esta diócesis de San Sebastián, el Servicio diocesano de Medios de comunicación social realiza el siguiente comunicado de prensa:


Desde el mes de marzo de 2016, primer momento en que las autoridades diocesanas tuvieron conocimiento de las acusaciones que pesaban contra el Rev. Mendizábal Irízar, en concreto, de los tocamientos deshonestos realizados a dos menores en el año 2001 y en el año 2005, la Diócesis de San Sebastián, en estrecha colaboración con la Congregación Romana para la Doctrina de la Fe y siguiendo ritualmente el protocolo canónico establecido para tratar estos casos, creó todas las condiciones jurídicas materiales y procesales para que, con imparcialidad y equidad, se pudiera comprobar la veracidad de los hechos denunciados, se tutelaran debidamente los derechos de las víctimas y del sacerdote acusado y se salvaguardara la integridad y la buena fama de todas las partes implicadas. Por otra parte, se informó a los dos denunciantes de su legítimo derecho de entablar en todo momento las oportunas acciones civiles, no obstante la prescripción en este foro de tales hechos, y se acogió su voluntad expresa de preservar su anonimato.
Tras haber sido probada la veracidad de las acusaciones y haber sido valoradas en justicia y equidad todas las circunstancias de la comisión de tales delitos, el proceso administrativo penal a cargo del Rev. Mendizábal Irízar concluyó con la declaración de culpabilidad del reo y la imposición a este de diversas penas expiatorias ex cann. 1336-1338 CIC y de otras medidas administrativas y disciplinares.
Siendo tal decisión firme y definitiva, la diócesis de San Sebastián, en la persona de su Pastor, manifiesta una vez más su compromiso con la tutela del bien público general y de la Iglesia en particular. Dicha responsabilidad se concreta en la vigilancia y protección de los derechos de todos los fieles, pero de un modo especial, en la salvaguarda jurídica y pastoral de los menores de edad y de los adultos vulnerables (art. 6 §1,1 mpSST).
Por otra parte, esta comunidad diocesana, desde el dolor y la vergüenza por unos hechos que han lesionado la santidad del sacerdocio y han herido profundamente la comunión, pide a todos perdón, expresa su compromiso para que en la medida de lo posible estos actos no se repitan y, sobretodo, expresa su solidaridad con todos aquellos que están sufriendo por los hechos que han motivado el mencionado proceso penal: principalmente con las víctimas, pero también con el Rev. Juan Cruz Mendizábal, quien después de haber manifestado su profundo arrepentimiento por los hechos cometidos y habiendo acogido con espíritu sacerdotal la mencionada decisión, sigue en estos momentos un proceso terapéutico psicológico y espiritual, colaborando en la reparación de lo ocurrido.
Por todos estos motivos, esta Iglesia particular, en comunión con el Sucesor de Pedro, el Papa Francisco y unida fraternalmente con su Obispo José Ignacio, eleva desde la fragilidad una oración confiada al Señor, implorando con confianza los dones de la justicia, el perdón misericordioso y la paz.

Dado en San Sebastián, el 10 de enero de 2017

DONOSTIAKO ELIZBARRUTIAREN KOMUNIKATUA


Donostiako elizbarrutian inkardinatutako Juan Cruz Mendizabal Irizar apaiz jaunari buruz, Hedabideetarako Elizbarrutiko Zerbitzuak honako prentsa adierazpena egiten du:


2016ko martxoan izan zuten Elizbarrutiko Agintariek Mendizabal Irizar apaizaren aurkako salaketaren berri, zehazki, 2001 eta 2005 urteetan bi adintxikikori egindako ukitze desegokiak zirela eta. Ordutik, Fedearen Doktrinarako Erromako Kongregazioarekin harreman estuan eta kasu hauetarako elizak eratua duen lege-protokoloa zehatz jarraituz, Donostiako Elizbarrutiak beharrezko baldintza juridiko material eta auzibidezkoak eratu zituen, alderdikeriarik gabe eta zuzentasunez salatutako egintzen egiazkotasuna frogatu ahal izateko, biktimen eta salatutako apaizaren eskubideak behar bezala babesteko eta inplikatutako aldeen osotasuna eta izen ona babesteko. Bestalde, bi salatzaileei jakinarazi zitzaien uneoro, nahiz eta salatutakoak alor zibilean preskribatuta egon, eskubidea zutela beharrezko egintza zibilak bidean jartzeko. Aldi berean beraien anonimotasuna babesteko asmoa kontuan hartu zen.

Salatutako egitzen egiazkotasuna frogatu ondoren eta delituaren gauzatzea justiziaz eta zuzentasunez baloratu ondoren, Mendizabal Irizar apaizaren administrazio-prozedura penala akusatuaren erruduntasuna aitortuz burutu zen, honen gain ezarri zirelarik Zuzenbide Kanonikoaren Kodeko 1336-1338 kanonen araberako zigorrak, baita beste neurri administratibo eta disziplinarrak ere.

Erabakia irmoa eta behin-betikoa izanik, Donostiako Elizbarrutiak, bere Artzainaren bidez, guztien ongia orokorrean eta Elizarena era partikularrean babesten jarraitzeko konpromisoa adierazten du. Ardura hau, fededun guztien eskubideak zaindu eta babestean zehazten da, baina era berezian adintxikoen nahiz zaurgarriak diren helduen babes juridiko eta pastoralean (art. 6 §1,1 mpSST).

Bestalde, elizbarrutiko elkarteak, apaizgoaren santutasuna kaltetu eta komunioa sakonki zauritu duten egintza hauek sortutako mina eta lotsa bere gain dituelarik, barkamena eskatzen die guztiei, bere konpromisoa azaltzen du, ahal den neurrian horrelako egintzarik gehiago gerta ez dadin, eta bere gertutasuna adierazten die prozedura penal hau eragin duten egintzengatik sufritzen ari diren guztiei: bereziki biktimei, baina baita Juan Cruz Mendizabal apaizari ere, egindakoengatik bere barrengo damua agertu ondoren eta aipatutako erabakia apaiz espirituz onartu ondoren, gertatutakoaren ordainean lagunduz une honetan prozesu terapeutiko psikologiko eta espirituala egiten ari delarik.
Une honetan, Eliza partikular honek, Pedroren ondorengo den Frantzisko Aita Santuarekin komunioan eta bere Gotzain Jose Ignaziorekin senide bezala bat eginik, ahuldadetik otoitza zuzentzen dio Jaunari, justizia-, errukizko barkamen eta bake-dohainak eskatuz.
Donostian emana, 2017ko urtarrilaren 10ean.

Al día siguiente de publicarse  el comunicado  se  conoció la  existencia de un tercer caso cuya víctima describió detalladamente  y en exclusiva al diario Berria.
Así las  cosas, la  Delegación de MCS  del Obispado convocaba  una rueda  de prensa a través  de esta  nota:
RUEDA DE PRENSA DE URGENCIA DEL OBISPO DE SAN SEBASTIÁN
EL OBISPO DE SAN SEBASTIÁN comparecerá ante los medios esta tarde, A LAS 17:00 horas para informar sobre el caso de abusos a menores relacionado con el sacerdote de nuestra diócesis Juan Kruz Mendizabal.
La rueda de prensa será a las 17:00 horas en la sala IDATZ, de la calle Urdaneta (en frente de Correos).  

DONOSTIAKO GOTZAINAREN PRENTSAURREKOA
Gaur, 17:00 etan, Donostiako Gotzainak komunikabideen aurrean agerraldia egingo du, gure elizbarrutiko apaiza den Juan Kruz Mendizabalekin zerikusia duten adingabekoen gaineko abusu kasuez hitz egiteko.
Prentsaurrekoa  17:00-etan egingo da, IDATZ aretoan (Urdaneta kalean). 

Durante  la  Rueda  de Prensa, Mons, Munilla informó detalladamente   también sobre  el último caso conocido, manifestando con firmeza el apoyo a  las  víctimas  y dirigiendo un llamamiento  a todas  las  personas  abusadas para que denunciaran en el Obispado todos  los casos de los  que tuvieran noticia.
Las  palabras  del Obispo  no dejaron lugar a dudas:



RUEDA DE PRENSA (12-01-2017)


Como es público, antes de ayer dimos a conocer un comunicado dando noticia del proceso canónico realizado en este obispado de San Sebastián al presbítero D. Juan Kruz Mendizabal, en el que fue declarado culpable de abusos contra dos menores (en grado de tocamientos deshonestos), cometidos en año 2001 y en el año 2005.

En ese comunicado, se daba cuenta de cómo en marzo del año pasado recibimos la denuncia de los dos afectados, quienes manifestaron su decisión de recurrir a la justicia de la Iglesia, declinando nuestra invitación a que presentaran su denuncia en el ámbito civil. La petición de estas dos personas adultas, que actualmente superan los 30 años de edad, fue acogida, respetando su derecho a que el caso fuese llevado en la intimidad.

Completado el proceso canónico, en el que D. Juan Kruz Mendizabal se declaró culpable, fue removido de sus cargos, y recibió una sentencia de limitación en el ejercicio tutelado de su ministerio, con la obligación de seguir una terapia psicológica y espiritual.

En el transcurso de estas Navidades, las dos víctimas afectadas tomaron la decisión de denunciar ante la opinión pública lo acontecido, habida cuenta de que corrían rumores de la existencia de un tercer caso, que, a día de hoy, no ha podido ser confirmado. (Al respecto de este tercer hipotético caso no confirmado, quiero decir que este obispado ha realizado las gestiones oportunas para intentar verificarlo, sin poder conseguir el testimonio directo del supuesto afectado. En cualquier caso, estamos en contacto directo con la fiscalía, en cuyas manos ponemos los datos recabados en nuestras indagaciones).

En el momento en que las dos víctimas decidieron hacer público su caso, con el deseo de ayudar a que aflorasen otros posibles casos ocultos, nosotros hicimos público inmediatamente nuestro comunicado, dando cuenta del proceso canónico contra el sacerdote D. Juan Kruz Mendizabal.

Pues bien, los hechos se han precipitado, y esta misma mañana se ha presentado ante este obispo una nueva denuncia contra el mismo presbítero, D. Juan Kruz Mendizabal, por hechos similares acontecidos en el año 1994. El denunciante ha manifestado los hechos acontecidos entonces, refiriéndolos con una serie de detalles que les otorga un alto grado de verosimilitud.

El denunciante ha manifestado su deseo de presentar su caso, tanto en sede civil como en sede eclesial, por lo que me he puesto en contacto esta misma mañana con el Fiscal General, el Sr. Galparsoro, consensuando la forma de llevarlo a cabo.

Por nuestra parte, y sin prejuzgar por ello la presunción de inocencia con respecto a este nuevo caso que todavía no ha sido juzgado, he dictado un decreto con una serie de medidas preventivas, dada la verosimilitud del caso, disponiendo lo siguiente:

1.   Prohibición del ejercicio público del ministerio sacerdotal al Rev. Mendizábal Irízar.
2.   Obligación de residir en un monasterio, teniendo que solicitar permiso al obispo para salir de él.
3.   Obligación de proseguir su acompañamiento espiritual y su terapia psicológica en curso.
4.   Prohibición de todo contacto con menores si no es en presencia de otro adulto.

En este momento, ante todo y sobre todo, quisiera manifestar mi petición más vehemente de que afloren cualquier tipo de abusos sexuales cometidos contra menores en el seno de nuestra Iglesia (así como en otros ámbitos). Creo que lo acontecido es una gran oportunidad para ello, y quiero manifestar mi convencimiento de que tal paso sería grandemente beneficioso para todos: para las víctimas, porque les ayuda a sanar; para los agresores, porque desenmascara la mentira de su vida y les llama a la conversión; para la Iglesia, porque requiere de nosotros una profunda revisión; y para el conjunto de la sociedad, porque estamos antes un problema del que no está exento nadie. La verdad es buena para todos. No tenemos miedo alguno a que algunos sectores vayan a aprovechar esta ocasión para denigrar la labor de la Iglesia en su conjunto. Como dijo Jesús de Nazaret: “La verdad nos hará libres”. Insisto, es el momento de mostrar nuestro compromiso inequívoco con la inocencia de la infancia y de la adolescencia, nuestra solidaridad con las víctimas y sus familias; además de una oportunidad magnífica para testimoniar el amor a la verdad. Nosotros no somos dueños de la Palabra de Dios, sino siervos de ella.

Ante los comentarios escuchados estos días, quiero aclarar dos extremos:

1.- La Iglesia tiene el derecho nativo y propio, llamado derecho canónico; y, por tanto, cuenta con los medios jurídicos necesarios, cumulativos a los del fuero penal-civil, para establecer penas que priven a los fieles de cualquier bien espiritual o temporal (can. 1312 §2 CIC), tratando responsablemente y con plena libertad aquellos delitos que lesionan la comunión eclesial. Esta capacidad está reconocida en los acuerdos Iglesia Estado, no solo en España sino en la práctica totalidad de las naciones democráticas.

2.-  Se da la circunstancia de que la legislación particular eclesial que trata los delitos contra menores, se encuentra entre las más severas en comparación con otras regulaciones penales, pues entre otros mecanismos, cuenta con largos plazos para la prescripción del delito y ésta pudiera incluso derogarse.


Hechas estas aclaraciones, termino subrayando que, en consonancia con la moral y la disciplina de la Iglesia, en nombre propio y del conjunto de los fieles de esta Comunidad diocesana, manifiesto mi más firme y enérgica condena de toda forma de abuso sexual de menores, mayormente si dicho abuso es cometido por un sacerdote. Pido perdón en nombre de la Iglesia a las víctimas y familiares, por el daño que han sufrido en nuestro seno. Lo acontecido es algo absolutamente contradictorio con el mandato evangélico, ya que la Iglesia está llamada a ser un espacio de libertad en el que, con absoluta seguridad, todos podemos desarrollar íntegramente nuestra vocación a la plenitud humana y espiritual. Por este motivo, en mi calidad de pastor de esta Iglesia particular, no cejaré en mi empeño por tratar con justicia y equidad todo caso de abusos contra menores. No vamos a cejar en nuestro empeño, hasta que este mal esté totalmente erradicado.

Quiero agradecer a la Santa Sede la ayuda que nos está prestando para gestionar el caso presente. Hemos conocido en nuestra propia experiencia, hasta qué punto las disposiciones del Papa a este respecto nos han ayudado a actuar con firmeza, al mismo tiempo que con proporción y gradualidad.

Permitidme que transmita una última palabra específica a todos los fieles de la Iglesia, aunque espero dirigirles una palabra de sentido y de esperanza en el contexto de la homilía del próximo domingo. Me conmueve veros rezando en estos días. No os quepa la menor duda de que vuestra oración será fecunda; y quiero que sepáis, que lo está siendo ya.
Vídeo y audio con la rueda  de prensa  completa


A pesar de que las actuaciones  de la Diócesis han sido claras, contundentes y un ejemplo de transparencia  informativa, los  medios de comunicación locales han dedicado amplios  espacios informativos con imágenes  del sacerdote  procesado en primera plana o reportajes  a doble  página, numerosos artículos de opinión…

Algunos analistas  opinan que este despliegue  informativo de los medios locales no guarda  proporción con otros lamentables  también casos de abusos  perpetrados  en Euskadi desde  otros ámbitos y tratados con menos alarde y mayor discreción y mucho menos publicitados.

En cualquier  caso, la Iglesia  en Gipuzkoa ha celebrado las  eucaristías  del domingo 15 con espíritu de reparación  y desagracio por los lamentables hechos delictivos y antievangélicos.

En la homilía  de Mons. Munilla  durante  la  Misa  celebrada  en la  Catedral del Buen Pastor  se  trasluce sin ambages este  sentir junto a una  visión esperanzada que  brota  del amor a la verdad y la confianza  en el Señor en un espíritu de sincera  purificación:






Queridos hermanos:

Soy consciente de que muchos de vosotros habéis pedido al Espíritu Santo que ilumine estas palabras que me dispongo a pronunciar. Os lo agradezco, y como podéis suponer, yo también lo he hecho. Pero, entendedme, que lo que le hemos pedido al Espíritu Santo, no es un discurso redondo y sin arista alguna, en el que todo el mundo quede contento… Lo que le hemos pedido es que estas palabras, y sobre todo, las lecturas de la Palabra de Dios que hemos escuchado, así como la celebración eucarística misma, sirvan para cuestionar, iluminar, purificar, fortalecer, consolar, reparar…; en una palabra, para dar esperanza en unos momentos tan duros.

         Nuestra sociedad, y de una forma especial nuestra Diócesis, se ha sentido conmovida por la noticia de que un sacerdote que gozaba de una gran popularidad entre nosotros, y que además, había ejercido importantes cargos en la pastoral diocesana, anteriormente como responsable de la Pastoral juvenil, y más recientemente como Vicario general, cometió actos de abusos sexuales contra menores...

         La gravedad de este tipo de abusos a menores, es especialmente grande, ya no únicamente por la materialidad del hecho, sino porque han sido actos cometidos aprovechándose de la confianza que se le otorga a un adulto, en su condición de padre, de familiar, de profesor, de entrenador, o de sacerdote –en nuestro caso presente-… La condición de presbítero, ministro sagrado de Jesucristo, añade un plus especial de gravedad, por la contradicción tan evidente entre esos actos y la santidad del ministerio sacerdotal y su mensaje evangélico.
        
         En primer lugar, quiero recordar las palabras que pronuncié en la rueda de prensa del pasado jueves:
         «En nombre propio y del conjunto de los fieles de esta Comunidad diocesana, manifiesto mi más firme y enérgica condena de toda forma de abuso sexual de menores, mayormente si dicho abuso es cometido por un sacerdote. Pido perdón en nombre de la Iglesia a las víctimas y familiares, por el daño que han sufrido en nuestro seno. Lo acontecido es algo absolutamente contradictorio con el mandato evangélico, ya que la Iglesia está llamada a ser un espacio de libertad en el que, con absoluta seguridad, todos podemos desarrollar íntegramente nuestra vocación a la plenitud humana y espiritual”
         Y me reitero en el siguiente llamamiento que hice a continuación:
         «En mi condición de pastor de esta Iglesia particular, no cejaré en mi empeño por tratar con justicia y equidad todo caso de abusos contra menores. Por ello, pido que afloren cualquier tipo de abusos sexuales cometidos contra menores que hayan podido cometerse en el seno de nuestra Iglesia, así como en otros ámbitos. Creo que lo acontecido es una gran oportunidad para ello, y quiero manifestar mi convencimiento de que tal paso sería grandemente beneficioso para todos: para las víctimas, porque les ayuda a sanar; para los agresores, porque desenmascara la mentira de su vida y les llama a la conversión; para la Iglesia, porque requiere de nosotros una profunda revisión; y para el conjunto de la sociedad, porque estamos ante un problema del que no está exento nadie. La verdad es buena para todos. No tenemos miedo alguno a que algunos sectores vayan a aprovechar esta ocasión para denigrar la labor de la Iglesia en su conjunto, o la credibilidad de su mensaje. Como dijo Jesús de Nazaret: “La verdad nos hará libres”. Insisto, es el momento de mostrar nuestro compromiso inequívoco con la inocencia de la infancia y de la adolescencia, nuestra solidaridad con las víctimas y sus familias; además de una oportunidad magnífica para testimoniar el amor a la verdad. Nosotros no somos dueños de la Palabra de Dios, sino siervos de ella».

         Dicho esto, añado que mi agenda queda disponible para atender de forma prioritaria los casos que puedan presentarse. Quiero también que sepáis que estamos reorientando la programación pastoral para el presente curso, de forma que sepamos responder al reto presente:
         1.- La implementación en nuestra Diócesis de la legislación civil sobre protección de menores, según la cual, todos aquellos que trabajen con menores deben obtener su certificado de estar libres de antecedentes penales en materia de delitos de naturaleza sexual. La aplicación de esta disposición legal entre nosotros, se extiende tanto a los laicos, como a los religiosos como a los sacerdotes que desarrollemos nuestra labor pastoral con niños y adolescentes. Aclaro que la implementación de esta legislación ya había sido iniciada antes de esta crisis.
         2.-  En las jornadas, retiros y ejercicios espirituales programados para la formación permanente del clero, se abordarán y desarrollarán los temas relativos a la madurez afectiva sexual, así como al conocimiento de las patologías en su desarrollo; integrándolos en la formación espiritual. Estos temas también serán abordados desde las diversas delegaciones pastorales: familia, juventud, inmigrantes, etc.
         3.- Hacemos un llamamiento a redoblar la oración y la penitencia, como instrumentos indispensables en la lucha contra el mal. La participación en el sacramento de la penitencia, en la Santa Misa, la adoración eucarística, así como el rezo del Santo Rosario, son medios preciosos para ello.



         Permitidme que dirija una palabra con respecto a nuestros sacerdotes, y lo voy a hacer partiendo de una anécdota ocurrida en estos días que me compartía uno de ellos:
         A las pocas horas de que se hubiesen hecho públicos estos hechos en los medios de comunicación, este sacerdote tenía su cita semanal con un adolescente a quien le ofrece un apoyo extraescolar en sus estudios (tal vez por motivos de falta de recursos económicos de la familia, o por otras razones que desconozco…). Cuando el adolescente se encuentra ante nuestro sacerdote, descubre que éste tiene los ojos llenos de lágrimas, y le pregunta qué le pasa:
.- Quiero que sepas que un amigo sacerdote ha abusado de unos chicos de tu edad, y por eso hoy estoy especialmente triste…
.- ¿Y hoy no me vas a dar la clase?
.- Mira, cuando una cosa así la hace un profesor, a nadie se le ocurre pensar que sus hijos tengan que dejar de ir al colegio. Y lo mismo, cuando lo hace un entrenador: nadie piensa que sus hijos tengan que dejar de hacer deporte. Pero a veces ocurre que, cuando lo hace un cura, algunos piensan que los hijos tienen que dejar de ir a la Iglesia…. Por eso, igual es mejor que te vayas a casa, y le cuentes a tus padres lo que te he dicho…
         Por la noche, el sacerdote recibió un wassap que decía: “Lamentamos mucho lo que ha ocurrido con su amigo sacerdote. Queremos que sepa que nosotros tenemos plena confianza en usted y le agradecemos la labor que hace con nuestro hijo. Esta familia no olvidará nunca el testimonio de honestidad que hoy hemos visto en usted”.

Queridos hermanos, como el Papa Francisco dijo no hace mucho: “Los sacerdotes son como los aviones, solo son noticia cuando caen”…  Un avión estrellado, llena las portadas de los periódicos, abre los telediarios…. colapsa los teletipos, es “trending topic” en las redes sociales…. Y sin embargo, sabemos que en este mismo momento, hay unos once mil aviones volando, y que a lo largo del día hoy, se van a realizar unos 100.000 vuelos.
         ¡Es profundamente injusto que la entrega de toda una vida a la causa del Evangelio y al servicio de los más necesitados, se vea puesta en cuestión por la sospecha que genera la traición de un compañero!
         Vamos a apoyar a nuestros sacerdotes con alma, corazón y vida; conscientes de lo que decía el santo patrono de los párrocos, el Santo Cura de Ars: “El Sacerdocio es el amor del corazón de Jesús”.

         Aquel mismo día en se hicieron públicos los hechos, marché a Pamplona a cenar con nuestros seminaristas, por entender que necesitaban un cuidado especial al recibir esta noticia: hablamos, lloramos, rezamos, contrastamos… y cuando regresaba a casa por la autovía de Leizarán, los seminaristas me enviaron un mensaje diciendo: “¡Señor obispo, vamos a llenar el seminario!”


Y quiero decir también una palabra referida a nuestro hermano Juan Kruz Mendizabal: Ha sido tan grande la presión mediática y la alarma social generada, que una catequista me decía que tenía miedo a invitar a rezar por él y por su familia…, por temor a que eso pudiera ser entendido como corporativismo o como un signo de equidistancia… 

         Pero eso, queridos hermanos, no es ni corporativismo ni equidistancia, sino puro Evangelio; eso es ser simplemente cristiano. Lo que no es cristiano, ciertamente, es hacer leña del árbol caído y ensañarse con alguien en sus peores momentos… Y cómo olvidar la inolvidable expresión de Jesús, nuestro Señor, pronuncia ante los fariseos que querían apedrear a la pecadora: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.


Para intentar decir una palabra a este respecto, he estado revisando mi biblioteca, hasta que he encontrado un artículo que leí siendo jovencito, y que me dejó profunda huella… Me ha costado, pero finalmente lo he encontrado: Es de un sacerdote fallecido hace ya 25 años, que era también periodista y un excelente literato (ganador del premio Nadar y del premio Teatral de Autores). Se llamaba Jose Luis Martin Descalzo. El artículo al que me refiero llevaba como título “Quemar a Judas”…. y voy a leeros algunos párrafos:

«Desde hace muchos siglos, en algunos lugares de Europa, se introdujo en la celebración popular de la Semana Santa la quema de algunos monigotes representativos de Judas: ¡¡Mandemos a la hoguera al apóstol traidor!!… Pero yo me pregunto si esa ceremonia sería verdaderamente cristiana, o si no sería una ceremonia dramáticamente pagana….
         Porque ocurre que, acaso el Iscariote no solo está entre nosotros, sino que somos todos y cada uno de nosotros: ¿Quién, en su vida real, no ha traicionado miles de veces las verdades más queridas? ¿Quién no ha violado sus más hondos sentimientos y malversado sus más formales promesas? ¿Quién no se ha cambiado de chaqueta y orientado hacia el sol que más calienta? ¿Quién no se ha «acomodado» a las nuevas circunstancias? ¿Quién no ha ignorado a su prójimo, que no es otro sino Cristo?
         Acaso Judas ha tenido y tiene muchos más seguidores que el propio Cristo…. Y es malo reírse de sus treinta monedas. ¿Acaso los motivos por los que nosotros traicionamos valen más que ese miserable precio? ¿Es que una vanidad, un odio, una venganza, una pizca de seguridad o un puesto de mando son en rigor más valiosos?
Mejor será, por si acaso, no quemar a Judas, porque arderían nuestras almas con él… Entremos en la política, en el trabajo, en las mismas iglesias y gritemos desde la puerta «¡Judas!». Veréis cómo millares vuelven –volvemos— la cabeza…
         Mejor entendía las cosas aquel niño que a principios de siglo sentía una profunda pena por el apóstol traidor. Aquel niño –George Bernanos se llamaba— dedicaba todos sus ahorros infantiles a mandar decir misas por el alma de Judas. Y como temía que los curas rechazasen sus intenciones si decía por quién las aplicaba, manifestaba en la  sacristía que las ofrecieran “por un alma en pena”.
         Tal vez el pequeño Bernanos intuía que, en realidad, aplicaba sus misas por la humanidad entera. Por nosotros»

Hasta aquí la cita del artículo Martin Descalzo… Y tal vez sea apropiado añadir un sucedido narrado por el referido Bernanos, quien llegaría a ser un conocido novelista, autor del famoso “Diario de un cura rural”.
Contaba Bernanos cómo en un pueblo francés tenía lugar en pleno Viernes Santo una representación teatral de la Pasión de Cristo. En el momento en que Judas escenificaba su desesperación después de haber traicionado a Jesucristo, en un dramático monólogo, el apóstol traidor exclamaba: “¿Qué haré después de lo ocurrido? ¿Quién me acogerá? ¿A dónde podré ir?”….
En medio del silencio conmovedor de aquel teatro, se escuchó con nitidez la voz aguda de una niña que en su inocencia le pregunta a su madre: “Mamá, ¿y por qué no va a donde la Virgen?”.

Pues sí, queridos hermanos, vamos a acudir a Ella, a la Madre del Buen Pastor, y os invito a ponernos en este momento de rodillas para dirigirle la siguiente oración:


María, madre del Buen Pastor, madre de la Iglesia, madre de los hijos más pequeños, débiles y vulnerables… En estos días te hemos dirigido muchas oraciones, pero en este momento queremos hacerlo todos juntos, como familia, de rodillas ante ti, sabiendo que eres reina y madre de misericordia.
Maria, Artzain Onaren Ama, Elizaren ama, txikien, ahulen eta erasotzen errazak direnen Ama... Otoitz asko egin dizugu egun hauetan, baina orain elkarrekin egiten dizugu otoitz, familia bezala zure aurrean ahuspezturik, errukiaren ama eta erregina zarela jakinik.

Con el mismo amor y atención con que tomaste en tus brazos al pequeño Jesús, te pedimos que tomes en tus brazos y que cuides de quienes han sufrido abusos, especialmente en el seno de nuestra Iglesia. ¡¡Son tus hijos predilectos!! Quisiéramos que así lo sintieran y lo llegasen a experimentar.
Jesus txikia zure besoetan hartu zenuen maitasun berarekin zure besoetan har itzazu eta zaindu abusuak sufritu dituzten guztiak, bereziki Elizaren baitan sufritu dutenak. Horiek dira zure seme kuttunak! Hala senti daitezen nahi dugu, bizipen hori izatera iritsi daitezela!

Te pedimos también por el sacerdote que ha realizado este daño tan grande, otórgale la gracia de una profunda conversión…; y de una forma muy especial queremos pedirte por su familia: Dales a todos ellos el consuelo que solo Tú sabes dar…
Horrenbesteko mina eragin duen apaizaren alde eskatzen dizugu, emaiozu bihotz-berritze sakonaren dohaina...; eta era berezian beraren familiarentzat eskatzen dizugu: emaiezu Zeuk bakarrik eman dezakezun pozbidea...

Madre del Buen Pastor, te pedimos también por esta Diócesis de San Sebastián, condúcenos de la mano y enséñanos a ser testigos del amor del Corazón de tu Hijo…  Por nuestra parte, querida Madre, nos comprometemos a disponernos en el camino de la renovación y de la conversión, necesario para que nuestra Iglesia sea fidedigna a la hora de proclamar el mensaje del Evangelio...
Artzain Onaren Ama, Donostiako gure Elizbarrutiaren alde eskatzen dizugu, eraman gaitzazu eskutik eta erakuts iezaiguzu zure Semearen bihotzeko maitasunaren testigu izaten... Gure aldetik, Ama maite, berritzeko eta bihotz-berritzeko hitza ematen dugu, beharrezkoa baita hori, Ebanjelioa iragartzeko garaian gure Eliza sinesgarri izateko.

Vídeo  completo con la homilía: 


Informó: Rafael Hernández Urigüen, Corresponsal de la Revista  Palabra  en Euskadi-País  Vasco. Redactor en Donostia-San Sebastián. Textos  e imágenes  facilitados  por la Delegación de MCS  de la  Diócesis. Comentarios propios del redactor


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